¿POR QUÉ DEBEMOS MEDITAR?

 



Existe un motivo para que la meditación haya sido practicada en muchas culturas durante miles de años: sus beneficios se aplican en el área física, mental, emocional, psicológico y espiritual. La meditación tiene el potencial de aliviar el sufrimiento y ayudarte a crear una vida mejor. Sin embargo, como para la mayoría de nosotros el tiempo tiene un valor incalculable, podrías preguntarte: ¿realmente vale la pena meditar? La respuesta es un rotundo sí.

¿CON QUE PODEMOS ACOMPAÑAR LA MEDITACION?

Una de las mejores prácticas para acompañar la meditación es el yoga, capaz de ayudarte a estirar y alargar todo el cuerpo y hacer que estar sentado meditando te resulte mucho más fácil. Si tienes la posibilidad de ello, apúntate a una clase y aprende las posturas básicas para poder practicar en casa.

Emplea ejercicios de relajación para realizar la transición de la vida cotidiana de meditación. Una forma estupenda de relajarse después del trabajo es escuchar música suave. Pon un disco de música clásica o new age que te conecte con tu espíritu y te de paz.

ELEMENTOS QUE PUEDES NECESITAR PARA MEDITAR

Aunque no sean absolutamente necesarios, puede resultar útil tener a la mano una serie de elementos para que las sesiones de meditación resulten más cómodas y productivas:

  • Cojín o silla
  • Esterillas
  • Mantas y chales
  • Ropa suelta
  • Rosario budista
  • Campanas, tingshas y cuencos tibetanos
  • Temporizadores


LO FUNDAMENTAL PARA MEDITAR

Constancia: Para poder cosechar todos los beneficios de la meditación es importante desarrollar una práctica constante, a ser posible diaria. El ritual de sentarse todos los días a las misma hora y en el mismo lugar te ayudará a convertir la meditación en parte de tu vida.

Espacio Sagrado: Si es posible elige un lugar especial de tu casa donde sientas mucha paz, que te permita meditar, orar o realizar rituales.

Crear un Altar: Si te resulta agradable tener un altar, asegúrate de que el sitio es suficientemente grande para que quepa cuando lo coloques delante de la silla o cojín para meditar. Busca una mesa pequeña y baja. Cúbrela con un mantel, coloca en ella artículos que signifiquen algo para ti. Puedes incluir imágenes de deidades, Buda, Tara, Cristo o la Virgen María, fotos de tus maestros espirituales, un texto espiritual que te resulte inspirador u ofrendas florales, agua, incienso, velas y frutas.


POSTURAS DE MEDITACION

Aunque se puede meditar en cualquier posición, la postura es importante. Como la meditación supone dominar, sanar y despertar la mente y como la mente y el cuerpo están inextricablemente unidos, la postura tiene una enorme importancia. Cuando medites aprenderás que el cuerpo y la respiración pueden serle de gran ayuda a tu mente.

Como descubrirás, la meditación puede practicarse en diversas posturas: sentado, caminando, reclinado y mientras realizas otras actividades. Sin embargo la mayoría de meditaciones recomiendan sentarse. La meditación tradicional de Buda es la postura de los siete puntos.


POSTURA DE LOS SIETE PUNTOS



1. Siéntate en el cojín con la columna vertebral, desde la nuca a la zona lumbar, tan recta como puedas. El cojín eleva los glúteos un poco para forzar a las rodillas a acercarse al suelo y ayuda a la espalda a mantenerse argüida. Siéntate un poco hacia adelante.

2. Cruza las piernas con la derecha sobre la izquierda. Los empeines se apoyan planos sobre la parte superior de los muslos. Lo ideal es que los dos pies dibujen una línea recta.

3. Mantén los hombros rectos y relajados. Intenta que no esté uno más alto que el otro.

4. La barbilla debe estar paralela al suelo y ligeramente metida hacia adentro.

5. Los ojos deben estar relajados, abiertos y ligeramente hacia abajo, mirando (aunque a nada en concreto) a una distancia aproximada de un metro por delante de ti.

6. Coloca la lengua contra el paladar. Los labios deben estar ligeramente separados y los dientes tocándose, pero sin apretar. Respira por la nariz.  

7.  La posición de las manos no forma parte de la postura de los siete puntos, aunque lo tradicional es que estén juntas con las palmas de las manos hacia arriba, una encima de la otra, cuatro dedos por debajo del ombligo (sin descansar en las piernas ni en los pies). Los codos se separan ligeramente del cuerpo.  De todas formas, también puedes sencillamente apoyarlas sobre las rodillas.



Comentarios

  1. Meditar me ayuda mucho y estas recomendaciones me han ayudado a mejorar la técnica. Gracias!

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